Descripción conceptual
Con esta instalación se cuestiona el papel del músico frente al instrumento. Cualquier persona, solo con su presencia y movimiento, acciona y modula el sonido que invade el espacio.
El cuerpo convertido en una mano virtual, que toca sin proponérselo las cuerdas de un par de guitarras colocadas en la sala. Un montaje aparentemente sencillo, casi inapreciable, que gracias a un ordenador, una webcam y un interface de reconocimiento de presencia y movimiento, transforma la percepción espacial del espectador.
Guitarra y Bajo eléctricos colocados en el espacio, preferiblemente sobre soportes o peanas, cada uno intervenido con un arco electrónico (E-Bow) sobre sus cuerdas. Controlados por un Interface MIDI y un software específico, captando la presencia del público mediante una webcam o consola Kinect, para reproducir el sonido de los instrumentos mediante dos amplificadores.